lunes, 19 de mayo de 2014

MI PRIMERA FINAL FOUR


Voy a empezar con algo que muchos me han preguntado, sobre todo tras la derrota del Real Madrid en el día de ayer. No, no me arrepiento de haberme gastado X euros en ir a Milán para apoyar a mi equipo en la Final Four. Ni me arrepentí antes de salir para la ciudad italiana, ni lo hice según iban apareciendo los gastos ni por supuesto me arrepentí ayer en el Mediolanum Fórum a eso de las 22 horas, cuando se certificó la derrota del Real Madrid en la prórroga ante el Maccabi Tel Aviv.

Pese a lo doloroso del momento, pese a ese nudo en la garganta y a algunas lágrimas, nunca tuve la sensación de haber tirado el dinero, de haberme gastado los ahorros de seis meses para nada. Al contrario, tenía muy asumido que una situación como ésa podía suceder, que ganar una Final Four es igual o más difícil que llegar hasta ella, pero también es cierto que fue un palo muy grande para los 1.500 madridistas que estábamos en las gradas del Fórum. Una frase de Manuel Jabois que leí por Twitter la mañana del domingo antes de salir del hotel la tuve muy presente durante todo el día no sé por qué, pero más aún tras el partido: "Y esto es el Madrid: una fé ilimitada y altanera cuya leyenda es universal, por eso nos rompen tanto la cara; porque no la escondemos". 


Dejando de lado lo que supuso perder ayer, os contaré como fue el día a día en Milán, desde que salimos rumbo Valencia el viernes 16 hasta el regreso a Madrid esta misma mañana.


VIERNES 16

Tras buscar mucho por Internet, comparando precios de hoteles y vuelos, nos decidimos a comprar los billetes de avión para salir desde Valencia, ya que costaba la mitad que si hubiésemos volado desde Madrid. Total, que a las 7:30 del viernes salimos (mi compañero de abono Pablo y yo) hacia Manises, desde donde nuestro avión salía rumbo Malpensa a las 13:25. Sin embargo, hasta las 14:15 no embarcamos (Ryanair y sus cosas), y tras aterrizar en Milán a las 4:30, cogimos el tren, dejamos las maletas en el hotel?-hostal y corriendo hacia el pabellón, al que llegamos a mitad del tercer cuarto de la primera semifinal entre CSKA y Maccabi.





Mi primera impresión tras sentarnos en nuestro asiento del Mediolanum Forum (en mi opinión, un pabellón bastante anticuado para un evento de este tipo) fue que lo que en esa pista se iba a jugar era algo totalmente distinto a cualquier partido de baloncesto que hubiese vivido en directo -y que los del Maccabi andaban más zumbaos de lo que yo pensaba-. En la atmósfera se respiraba algo especial, difícil de explicar con palabras.
Tras un final de locura, con los israelíes remontando en la última jugada y asegurando su pase para la final, era el turno del Madrid.

La semifinal contra el Barça empezó mal (12-4), pero la entrada de Sergio Rodríguez cambió el signo del partido y tras llegar al descanso +7 (37-45), nos disparamos en el tercer cuarto y el partido acabó 62-100. Una paliza en toda regla y una fiesta en la grada. Había que recuperar la voz en tiempo récord para el domingo y, de forma milagrosa, se consiguió.

 

SÁBADO 17

El día en el que no había partidos lo empleamos en hacer turismo y dar vueltas sin rumbo por la Fan Zone situada en la Piazza del Duomo, pero por la mañana decidimos ir a ver al equipo junior del Real Madrid, que jugaba el último partido de la fase de grupos del NIJT (Nike International Junior Tournament), torneo que se disputaba de forma paralela a la Final Four con ocho equipos clasificados en torneos previos.
Antes de entrar al pabellón (muy bonito, por cierto), mientras esperábamos para entrar en el baño, nos encontramos con Juan Carlos Sánchez, director deportivo de la sección, que se acercó a saludar y con el que hablamos un rato. Posteriormente, haciendo gala de esa cualidad que todo -futuro- periodista debe tener, puse la oreja para escuchar de pasada una conversación con Zoran Savic, y posteriormente con Eduardo Portela (presidente de la ACB). El tema de la conversación con Savic fue la paliza del Madrid al Barça en el Clásico del día anterior y la llamada que Joan Creus le había hecho esa misma mañana, aunque tampoco fue posible destacar nada relevante.
Los chavales del junior ganaron al Zalgiris y consiguieron el pase a la final del domingo contra el Estrella Roja. Además, durante el tercer cuarto, se acercaron los jugadores del primer equipo para verles un rato antes del entrenamiento.





Posteriormente, pasamos la tarde de turismo por Milán: Duomo (donde estaba la Fan Zone), Galería Víctor Manuel, la Scala y el Castillo Sforzesco. En la Fan Zone, además de hacer amig@s, participamos en algún concurso y nos llevamos algún regalo, además de este "mate de concurso".


Cuando he llegado hoy a casa,y como adelanto a un tema del que hablaré luego, me han pasado un vídeo de la reacción de la afición del Maccabi cuando un joven italiano les enseña un pañuelo palestino. No le agreden por los pelos. (vía TUBASKET.COM)

  


DOMINGO 18

El día de la gran final. No os mentiré y os diré que esa noche dormí bastante mal, en gran parte por los nervios. Tras desayunar y visitar por última vez el Duomo, pusimos rumbo al Mediolanum Forum, donde el equipo junior del Real Madrid jugaba la final del NIJT. Sin embargo, los chavales entrenados por Paco Redondo tuvieron un mal día (sobre todo en ataque) y cayeron derrotados ante el Estrella Roja por 55-42.





Tras el obligado bocadillo para comer, y teniendo en cuenta que el pabellón estaba muy lejos del centro de la ciudad, entramos al campo a las 15h, justo cuando abrieron las puertas, y esperamos dos horas -no teníamos nada mejor que hacer- hasta que empezase el partido por el tercer y cuarto puesto entre el Barcelona y el CSKA. Mientras se disputaba este intrascendente partido, los aficionados del Maccabi empezaban a colgar sus pancartas. Nuestra grada poco a poco se fue llenando y también el resto del pabellón, donde el color amarillo predominaba claramente (9.000 macabeos vs 1.500 madridistas). 
Pese a la notable inferioridad en número de aficionados, continuamos cantando y animando antes del partido, aunque para entonces ya se produjeron los primeros incidentes con miembros de seguridad. 

En el típico pasillo que recorre todo el campo y que separa el anillo inferior de gradas con el superior, varios aficionados del Madrid se sentaron en la barandilla. Los de seguridad vinieron y les obligaron a bajarse. Cuando les intentamos hacer entender que los aficionados del Maccabi estaban haciendo lo mismo e incluso alguno estaba de pie sobre la barandilla, no tenían lo que había que tener para ir allí y decírselo. También se comentó por la grada el hecho de que a algún aficionado madridista no le dejaron pasar el bocadillo!?!?, pero (qué casualidad), de las seis bengalas que encendieron los israelíes durante el partido los de seguridad tampoco sabían nada. Por si fuera poco, antes de empezar el partido, intentaron desplegar un tifo que habían preparado, pero dicho tifo tapaba a varios aficionados blancos que no dejaron que éste se desplegase en su totalidad. Ante la negativa de estos simpatizantes del Madrid, bajaron varios ultras del Maccabi a intentar obligarles a hacerlo, y si no llega a ser por los de seguridad, igual la bronca hubiese pasado a mayores.



¿Mi opinión sobre la afición del Maccabi? Impresiona muchísimo la cantidad de gente que mueven, el colorido que dan y lo que animan, pero en términos generales me llevo la sensación de que son muy maleducados, aunque claro está, no voy a generalizar ni incluir a todos los aficionados en este grupo. Iban como reyes por todo el pabellón, exigiendo y con libertad plena para hacer lo que quisieran, muy al contrario que lo que nos tocó sufrir a nosotros. Eso sí, más allá de que pueden o no caernos simpáticos, nada justifica los comentarios antisemitas que se dejaron en Twitter tras la derrota del Madrid. Quien insultase al Maccabi (jugadores o afición) simplemente por su religión, no representan al Real Madrid de Baloncesto ni a sus aficionados.





El partido en sí fue malo pero muy emocionante (bendito deporte llamado baloncesto). El Madrid casi nunca estuvo cómodo y se jugó a lo que el Maccabi y su entrenador David Blatt (un auténtico genio en el banquillo) querían. Se logró forzar la prórroga cuando parecía imposible, pero la poca agresividad en defensa y la sangría en el rebote defensivo, sumado al acierto del MVP de la Final Four Rice, terminaron decantando el título para el equipo amarillo.
Como anécdota, y con motivo del nombramiento de Madrid como sede de la Final Four en 2015, el presidente de la Comunidad de Madrid salió a la pista durante el descanso para recibir un balón que simbolizaba el relevo que Milán le daba a Madrid. Pues pese a que hizo algún gesto hacia la grada del Madrid, lo único que se llevó fueron silbidos (y si hubiese salido Ana Botella, se hubiese hecho lo mismo).

 


El viaje de vuelta a casa fue triste y largo, pese a que la conversación con más aficionados madridistas ayudaba a ir procesando y olvidando el disgusto. Pero lo que más largo se ha hecho ha sido el viaje de vuelta. Dormir dos horas, levantarse a las 3:30, andar media hora para coger el bus hacia el aeropuerto, dos horas de avión y tres de coche desde Valencia a Madrid. Lo bonito que hubiese sido el viaje en caso de victoria, y lo duro que se ha hecho.


Sin embargo, me quedo sin ninguna duda con las cosas buenas. Es una experiencia inolvidable, que en mi opinión hay que vivir una vez en la vida. La alegría no se terminó de completar, pero estoy seguro que con estos jugadores y este cuerpo técnico, tarde o temprano la novena Euroliga llegará.
Y gracias también a mi compañero de viaje y de fatigas, Pablo, ya que sin él nada hubiera sido posible (muy de recogida de premios me ha quedado :-)).



Para cerrar esto, os dejo unos tweets de ayer y hoy y con mi reflexión tras el partido de ayer, pinchando en este enlace.





En las buenas y en las malas, HALA MADRID!!!







4 comentarios:

  1. ¡Guau! Menuda experiencia.
    Ole tú por esa confianza en el equipo y en tu sueño desde el principio. El Madrid no ha ganado, pero ¿qué más da? En el fondo, a la fiesta solo le faltó el colofón final.
    Me alegro muchísimo de que la experiencia haya sido formidable y espero que puedas repetirla muchas veces. Quien sabe, igual hasta me convences ;-)

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    1. Hombre, tanto como ¿qué más da? no, me dejó bastante KO. Pero por lo demás, es una aventura que recordaré siempre y ha medida que pase el tiempo lo valoraré (todavía) más. Gracias por el comentario y la opinión

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  2. Muy grandes los suicidas!, estábamos en vuestra zona. Ha sido un palo gordo pero la experiencia ha merecido la pena. Volveremos!

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  3. Suicidas On Tour, así es. Pese a la derrota, me fui de Milán con un gran recuerdo. Seas quien seas, gracias por comentar. Un saludo

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